El invierno en Hanói posee una magia sutil que pocos viajeros se imaginan. Aquí, el frío nunca es mordaz, sino suave y envolvente, teñido de una ligera neblina que flota sobre los lagos y se cuela por los callejones del Barrio Antiguo. Los árboles pierden sus hojas, los residentes se enfundan en sus chaquetas de lana, y el aroma a café caliente se mezcla con el de las castañas asadas en las esquinas. Bajo este velo gris plateado, Hanoi en invierno revela una belleza poética, íntima y nostálgica, una ciudad que invita a la evasión, a soñar y a redescubrir Vietnam en su dulzura invernal.
1. ¿Cuándo es el Invierno en Hanói y Cómo es?
De diciembre a febrero, el invierno en Hanói está marcado por un ambiente a la vez suave y misterioso. Las temperaturas generalmente oscilan entre los 15-20°C (59-68°F), pero el frío húmedo puede sentirse más penetrante de lo que se podría imaginar. La ciudad a menudo despierta bajo un ligero velo de bruma, a veces acompañado de una fina llovizna. Esta lluvia delicada le confiere a la capital un encanto melancólico, como suspendido en el tiempo.

Las mañanas son frescas, las tardes de un color gris perla y las noches invitan a refugiarse en un café para saborear un café caliente o un humeante tazón de pho. Nunca nieva en Hanói, pero el frío húmedo del Norte contrasta fuertemente con el calor del Sur, ofreciendo una experiencia invernal única en Vietnam. Para disfrutar plenamente de la estación, es recomendable vestir ropa abrigada y ligera: un cortavientos, una bufanda y un suéter son más que suficientes.
2. Mejores Cosas que Hacer en Hanoi en Invierno
Calentarse con un Tazón de Pho

Nada encarna mejor el invierno hanoiense que un humeante tazón de pho saboreado por la mañana. En los callejones aún envueltos en la niebla, el vapor se eleva de las grandes ollas, llenando el aire con los aromas de jengibre y canela. Sentado en un pequeño taburete de plástico, con las manos calentadas por el tazón humeante, saboreas cada bocado como un abrazo matutino. El caldo claro, las hierbas frescas y la carne tierna ofrecen una armonía perfecta: sencilla, auténtica y reconfortante, muy parecida a la propia Hanói.
Pasear por el Lago Hoan Kiem

El Lago Hoan Kiem es el alma de Hanói, y en invierno, adquiere una belleza casi irreal. Desde las primeras horas del día, una fina bruma flota sobre el agua, suavizando los contornos de la legendaria Torre de la Tortuga. Los residentes caminan lentamente, abrigados en sus chaquetas, mientras los árboles desnudos se reflejan sobre la superficie plateada del lago. Es un lugar perfecto para perderse en los pensamientos, sentir el ritmo apacible de la ciudad y observar cómo Hanoi en invierno respira suavemente bajo el velo invernal.
Relajarse en un Café Acogedor
Cuando el frío húmedo comienza a instalarse, nada es más placentero que refugiarse en un café típico de Hanói. Detrás de las ventanas empañadas, la luz suave revela paredes amarillentas, sillas de madera y el delicado aroma a café recién molido. Prueba el famoso café de huevo (egg coffee), esa especialidad cremosa y dulce única de la capital. La gente se detiene allí, con un libro en mano o en silencio, simplemente para escuchar la lluvia ligera y ver pasar la vida. Un momento suspendido, lleno de dulzura y nostalgia.
Explorar el Barrio Antiguo y los Mercados Locales

En invierno, el Barrio Antiguo de Hanói conserva su bullicio habitual, pero con un toque más íntimo. Los puestos callejeros echan vapor y los tenderetes del mercado rebosan de frutas exóticas y bufandas coloridas. En el Mercado Dong Xuan, los vendedores ofrecen ropa de abrigo, decoraciones para el Tet (Año Nuevo Lunar) y platos de invierno para llevar. Paseando por los estrechos callejones, se percibe el aroma de las castañas asadas y el maíz a la parrilla mezclándose con el de las flores frescas. Es un verdadero espectáculo sensorial que revela la vida cotidiana hanoiense en toda su sinceridad.
Degustar los Sabores de Hanói en Invierno
El invierno en Hanói es una temporada para los amantes de la comida. En cada esquina, descubres platos que calientan el corazón: rollos de arroz al vapor, sopa de fideos con cangrejo, sopa dulce caliente o bolas de arroz pegajoso con sabor a jengibre. Estos sabores sencillos y generosos recuerdan el calor familiar y las tradiciones culinarias del Norte. Saborear estos platos en una acera, con las manos sujetando un tazón aún humeante mientras la lluvia ligera cae suavemente, es la esencia misma del encanto invernal de Hanói.
Experimentar la Magia de la Navidad

En diciembre, Hanói se ilumina y se adorna con mil colores. En las calles del Barrio Antiguo, las guirnaldas brillan sobre las fachadas coloniales y los cafés reproducen melodías navideñas. La calle Hang Ma se convierte en el corazón palpitante de este período: cada tienda rebosa de decoraciones, estrellas doradas y pequeños árboles de Navidad relucientes. El ambiente es a la vez festivo y suave, mezclando tradiciones occidentales y el encanto vietnamita. Pasear por estos bulliciosos callejones al anochecer, con una taza de chocolate caliente en mano, es una forma deliciosa de descubrir otra cara de Hanói.
Presenciar los Preparativos para el Tet Vietnamita

A medida que avanza enero, la ciudad cambia su aspecto. Los árboles de Navidad dan paso a árboles de kumquat, ramas de flor de durazno y faroles rojos. Los mercados se llenan de flores e ingredientes para las comidas del Año Nuevo Lunar. Las familias preparan el pastel banh chung, limpian y decoran sus hogares para dar la bienvenida al nuevo año con prosperidad. La atmósfera se vuelve eléctrica, llena de anticipación y felicidad sencilla. Presenciar estos preparativos es como sumergirse en el corazón del alma vietnamita, donde la tradición, la familia y la alegría se encuentran para celebrar una renovación.
3. Qué Comer durante el Invierno en Hanói
- Pho – El Alma de Hanói
Es difícil imaginar el invierno en Hanói sin el pho. Este humeante tazón de fideos de arroz, carne de res tierna y caldo claro perfumado con especias (jengibre, canela, anís estrellado) es el alma de la capital. Al amanecer, en la fría neblina, el vapor del caldo se mezcla con la niebla, creando una escena quintaesencialmente hanoiense.
- Bun Oc Chuoi Dau – Un Sabor del Norte Imperdible
Cocinada a fuego lento con caracoles, tofu frito y plátanos verdes, esta sopa desprende un aroma rico y ligeramente ácido. Servida bien caliente, encarna los sabores invernales por excelencia del Norte: rústicos, equilibrados y profundamente reconfortantes.

Chao Suon (Gachas de Costilla de Cerdo) – Comida Reconfortante de las Mañanas de Invierno
Una cremosa gacha de arroz, espolvoreada con pequeños trozos de costilla de cerdo y un toque de pimienta. Sencilla pero nutritiva, esta sopa suave es el desayuno favorito de los hanoienses cuando la niebla cubre la ciudad.

Banh Gio – El Pastel Piramidal Salado
Este pastel piramidal de pasta de arroz glutinoso relleno de cerdo y setas se saborea mejor caliente. El suave aroma de la hoja de plátano, mezclado con el relleno tierno, evoca la cocina familiar y los recuerdos de la infancia.
Banh Chung Ran – Nostalgia Crujiente de Invierno
Los hanoienses fríen a la sartén el pequeño banh chung (pastel de arroz pegajoso) hasta que se vuelve dorado y crujiente por fuera, y fundente por dentro. Servido con verduras encurtidas, evoca los sabores del Año Nuevo vietnamita en el corazón del invierno.
Banh Troi Tau – Bolas de Arroz Pegajoso de Jengibre
Estas pequeñas bolas de arroz glutinoso, rellenas de sésamo negro o pasta de frijol mungo, se sirven en un jarabe de jengibre humeante. Su textura masticable y el aroma especiado del jengibre crean una calidez suave, perfecta para las noches frías.

Khoai Nuong & Ngo Nuong – Aperitivos Callejeros al Calor del Fuego
En las aceras, los vendedores ambulantes asan maíz y batatas sobre brasas ardientes. El aroma dulce y ahumado se dispersa en el aire fresco: una experiencia sencilla, popular y deliciosamente nostálgica del invierno en Hanói.

Café de Huevo (Egg coffee)
Inventado en la década de 1940, este café único mezcla espresso fuerte con una espuma cremosa hecha de yema de huevo y leche condensada. Servido caliente, es simultáneamente rico, cremoso y dulce, una caricia contra el frío.
Té de Jengibre
Infusionado con jengibre fresco y a veces un poco de miel, este té humeante calienta el cuerpo y libera un aroma vigorizante. Es la bebida de la abuela por excelencia: sencilla, natural y llena de bondad.
4. Consejos para Disfrutar del Invierno en Hanói

Reserva tu alojamiento con antelación: El invierno es una temporada popular en Hanói, especialmente durante las fiestas de fin de año y el Tet (Año Nuevo Lunar). Los hoteles más agradables se llenan rápidamente, por lo que es mejor planificar con antelación para evitar sorpresas desagradables.
Viste ligero pero abrigado: Las mañanas y las noches pueden ser frías. Empaca una chaqueta ligera, una bufanda y zapatos cómodos para tus paseos por las calles adoquinadas y alrededor de los lagos.
Explora la ciudad a pie: Hanói se descubre mejor lentamente. Pasea por el Barrio Antiguo, a lo largo del Lago Hoan Kiem o en los parques envueltos en la niebla: cada esquina revela una faceta poética de la ciudad.
Prueba las especialidades de temporada: No te pierdas un humeante tazón de phở, unas reconfortantes gachas de costilla de cerdo o las batatas asadas en la esquina de la calle. En Hanoi en invierno, la comida callejera se convierte en la mejor manera de calentarse.
Tómate un descanso para el café: Siéntate en un pequeño café del centro para saborear un café de huevo o un té de jengibre. El ambiente acogedor y la vista de la calle crean un encanto típicamente hanoiense.
Captura la luz invernal: Entre diciembre y febrero, la luz es suave, casi plateada. Esta es la temporada ideal para la fotografía: los reflejos en los lagos y la niebla matutina ofrecen una atmósfera única.
El invierno en Hanói es como una invitación a la ensoñación. No es una temporada para huir, sino una emoción para experimentar. Bajo la delicada niebla y el aroma a café caliente, la capital revela una belleza íntima, casi melancólica, que toca el corazón de quienes se toman el tiempo de contemplarla. Entre paseos tranquilos, platos humeantes y momentos de dulzura compartida, Hanoi en invierno es una invitación a reducir la velocidad, a sentir y a enamorarse de Vietnam de una manera diferente: en su silencio, su poesía y su calidez humana.
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