No encontrarás Doai Khon en un folleto turístico de lujo. Sin multitudes, sin letreros de neón destellantes, sin experiencias culturales seleccionadas. Lo que encontrarás, en cambio, es el suave tak-tak-tak de las tiras de bambú tejidas a mano en palafitos de madera, el ritmo tranquilo de una tradición centenaria que aún perdura en las colinas de Cao Bang.